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El Señor ha sido maravilloso una – y mil veces más – y me ha recordado secretos importantes de la oración:
· Cuando ponemos atención a la escucha, vemos la efectividad de la oración.
· La capacidad de escuchar al Señor transforma la oración.
· Es necesario tener presente que:
o Él nos amó primero
o Él nos habló primero
o El anhelo de hablar con el Señor lo da El
· Descubrimos la necesidad de oración en los dones, en la madurez de las contradicciones, en la naturaleza, en la vida misma.
· Solos no podemos orar, sin Él es imposible.
· El primer paso es encontrarnos con el Santo Espíritu.
· El dialogo con el Señor es una gracia.
· Debemos tener correcta actitud delante del Dios vivo.
· Peregrinación interior es a lo que se le llama oración. Dentro de la morada llamada alma.
· Son necesarias las destrezas:
o El silencio (interior y exterior)
o La constancia
o Atención plena (mindfulness), defenderla, luchar por ella.
· La verdadera oración se vive en recogimiento, no en palabrerías.
· Hay que dejarse inflamar por El para inflamar a los demás.
· La oración sin mortificación es poco eficaz.
· El viento sopla donde quiere.
· Algunos consejos para la escucha:
o Huir del multitareas
o Permanente estudiante
o Formular al Señor preguntas abiertas
o Evitar pensamientos colaterales
o Mente abierta para dejarnos sorprender
· El orar siempre deja fruto.
· La oración no busca un plan perfecto sino vivir en Dios siendo nosotros mismos.
· El tema de nuestra oración es el tema de nuestra vida.
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