Si bien es cierto hemos aprendido que no podemos humanizar al Señor, o sea, no podemos pensar que el Señor actué, piense, decida, sienta como los hombres, pues Él es Dios no un ser material con limitaciones; sin embargo, si podemos divinizar el mundo material, si podemos santificar a las personas, si podemos hacer que las cosas terrenales que nos rodean tengan un toque de Dios.
Alabar a Dios, hacerlo sentir amado por nosotros, no significa rígidamente que tenemos que utilizar palabras teologales todo el tiempo o aprendernos un salmo exclusivamente. Dios nos creó únicos a cada uno, y de manera única, tal como somos, podemos alabarlo y amarlo.
Si hay un cantante que a mí me guste mucho es Alex Ubago. Su manera de entender el romance y el amor es muy peculiar, sus letras son suaves al corazón y cualquier enamorado se puede sentir identificado. Él tiene una canción especial llamada “Estar Contigo”, y esa canción es perfecta para dedicarla a un ser amado.
Es un buen ejercicio pensar que podemos ofrecerle al Señor que no sea el típico salmo, que aunque hermoso, no salió de nuestra inspiración. Es fácil darse cuenta que Dios esta hasta en una canción de Alex Ubago.
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