![](https://static.wixstatic.com/media/e84ad0_606a690798c542638f52a4cd97a1763d~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_719,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/e84ad0_606a690798c542638f52a4cd97a1763d~mv2.jpg)
Es una frase que normalmente se utiliza para auto-consolarnos cuando las cosas no salen como nosotros lo planeamos. Es lo más fácil decir que Dios tenía sus planes y que todo se fue hacia el camino que había marcado pero a veces Dios diseña el camino y nosotros nos vamos por otro lado.
Es hasta divertido pensar que tenemos un plan y que haciendo lo que pensamos correcto vamos a alcanzar nuestro sueños y metas, pero cuando de repente nos equivocamos y cometemos errores catastróficos, buscamos poner todo en la espalda de Dios: lo que yo hago es mi voluntad y está bien pero lo que no me sale es porque Dios no lo quiso así y no salieron las cosas por eso, no porque me haya equivocado.
Es necesario corregir el significado de esta famosa frase. Volvemos al libre albedrio pero también volvemos a los mandamientos. Debo recordar que voy junto a Dios construyendo la vida, la mía y la de los demás, a través de mis acciones y falta de acciones. Tengo una vocación que Dios Padre me dio y esta es para cumplir su voluntad. Debo estar en constante comunicación con El para saber que desea El de mí, que debo hacer para cumplir con mi propósito. Es cierto que las decisiones de las personas no pueden ser controladas por Dios y que hasta cierto punto estamos a merced de la misericordia o la crueldad de las personas, todas las decisiones se dan porque somos libres y de todo eso resulta algo, una circunstancia por vivir. Pero estando cerca de Dios, no faltara el día en que nos rescate de la maldad y que todo lo que permite es para nuestro bienestar.
No puedo culpar a Dios de algo que salió mal cuando la verdad es que yo me equivoque, no actué bien, no hice bien las cosas. Es necesario pedir sabiduría, ver las cosas a través de los ojos Dios para poder actuar en conciencia y diferenciar la voluntad de Dios y mis propias acciones. Siempre hacer su voluntad es lo debido, pero si tenemos una brecha de decisión, no dejemos de consultarle. No estamos solos, Él nos guaira.
Comments