En medio de las fiestas y última semana del año, deseo recordarles lo más importante que debemos tener presente: el amor.
Me parece correcto que al terminar un año más que nos ha regalado el Señor, reflexionemos en todo lo que hicimos bien y mal. Normalmente nos centramos en lo que debemos mejorar, en los objetivos nuevos que tenemos, en las cosas que no hicimos bien o que simplemente no mantuvimos, pero yo los invito a que antes de pensar en todo esto, piensen en el amor, amor en todas sus dimensiones y como se presentó en su vida este año.
Reflexiona:
Los regalos materiales que Dios te dio.
Los regalos espirituales que Dios te dio.
Los ratos de oración que Dios te dio.
Las horas santas que Dios te dio.
Las Eucaristías que Dios te dio.
El tiempo con los seres queridos que Dios te dio.
El trabajo que Dios te dio.
El despido que ocupabas que Dios te dio.
La ayuda de los Santos que Dios te dio.
El ángel custodio que Dios te dio.
Los dones que Dios te dio.
Los amigos que Dios te dio.
La salud que Dios te dio.
De los peligros que te rescato.
De los errores que te previno.
Su presencia.
La vida.
Su amor.
Dios se enamoro mas de vos este año, y cada año se enamora mas y mas de vos. Nunca olvides que a pesar de tus errores, Dios decide amarte todos los días, cada día un poco más. Un enamoramiento puro, decidido, lo más fuerte que existe, siempre fiel, siempre vivo. Sin importar lo que haya pasado este año, Dios te amo, Dios te perdono, Dios te acepto, Dios te ayudo, y todo lo que tenes, lo tenes por El.
Siempre mantene presente que si pasan cosas negativas, que provocan dolor o sufrimiento, el amor de Dios siempre está vivo y siempre está abierto para que vos vayas a recibirlo. Por eso es necesario agradecer por todo ese sufrimiento que podes ofrecer, que no es tan malo si te genera ganancia; si algo te molesta, siempre podes arreglarlo. Todos los días son nuevos y cada mañana podes luchar por ser mejor, no solo en las cosas que sabes que son pecaminosas sino también en las cosas que parecen buenas pero que te pueden llevar a la condena si abusas de ellas. Siempre podes mejorar, siempre podes decidir hacer la voluntad de Dios por amor, siempre podes reescribir tu historia de amor con Dios pues lo que siempre tendrás seguro es su amor por vos.
Me despido con un fuerte abrazo para cada uno que me acompañó en estos flechazos del Espíritu llamado Blog. Nos vemos el otro año con más.
Felices Fiestas.
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