Ciertamente nuestra naturaleza humana - muy limitada - no se da cuenta de la magnitud que alcanza la palabra de Dios y lo que significan sus mensajes.
Me fijo en el mundo y la manera como se comporta ante pequeñeces, afanes y cosas temporales en general, y lo único que a veces veo es miedo y solo miedo. Puede que por fuera nos veamos como personas seguras, fuertes, en ocasiones utilizando el humor como escudo de debilidad, o simplemente agresividad en nuestros gestos y tonos de voz; pero realmente es una fachada.
Por dentro tenemos miedo, nos sentimos inseguros, no sabemos qué hacer. Y es tan cierto el grado de temor, que nuestras decisiones se ven usualmente afectadas por este hecho. Escogemos muy mal, nos posicionamos muy mal, nos vemos muy mal. Que pensabas? Que ibas a esconder tus temores tan fácilmente? Déjame decirte que no. Y hay muchos puntos que tocar ahí, del porqué tu reflejo te juega en contra y termina delatándote, pero ese no és el asunto importante aquí, el problema es que preferís vivir en miedo y no en fe.
Si caminas en miedo y el miedo se vuelve la base de tu vida, te puede pasar:
Decidirte por situaciones o cosas que te van hacer un mal en vez de un bien, a vos a los afectados por tus decisiones.
Tener una mala salud, ya que el temor puede generar ansiedad, estrés, mal humor e incluso problemas físicos.
Falta de confianza en Dios, ya que el miedo normalmente está basado en una soledad que existe solo en tu mente (ya que nadie nunca está solo porque Dios siempre está presente).
Rompimiento de lazos con los seres queridos por ese mal humor que se adquiere, por esa burbuja en la que te podes meter.
Experiencias demoníacas, porque a qué demonio no le gusta verte sufriendo todo el tiempo?
Pero, qué pasa si te decidís por vivir en la fe? Bueno, es importante recordar que la fe es una virtud teologal que solamente se obtiene pidiéndola. No es una virtud que vos podes trabajar, es un tesoro que le pedís a Dios que te la de. “Señor, aumentame la fe!”
La fe es fuente de alegría, de seguridad, de descanso. Quien tiene fe le basta una sola palabra de Dios para saber con certeza y seguridad que todo va estar bien, que aunque pasen cosas difíciles, hay un plan atrás que lleva a algo grande y bueno. Todo lo que pasa alrededor de la fe es lo que debe pasar y como debe pasar, ya que si tenemos fe es porque nos sumergimos en Dios de manera que lo que hacemos es exactamente su voluntad, y esa no falla nunca.
Tener fe significa caminar de la mano de Él, a ciegas pero con paso firme. No sabes que va pasar mas adelante, pero sabes que es algo bueno sin importar que sea, pues Dios obra por el bien de aquellos que lo aman, que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Rm 8:28.
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