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Iniciamos el año 2024 llenos de las alegrías vividas en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, con entusiasmo y deseos de recibir muchas bendiciones de Dios.
Este es el tiempo de meditación que la mayoría utilizamos para reflexionar en todo lo que hicimos el año anterior y lo que esperamos alcanzar en los meses venideros. Dados estos momentos de calma y de reflexión que tratamos de tomar en nuestro ocupado día, el Señor nos hace un llamado a pensar en su voluntad, nuestra eterna tarea y más primordial prioridad: hacer la voluntad del Padre; pero, ¿realmente estamos indignados cual es su voluntad?
Me parece que ya es tiempo en hacer verdaderamente cosas nuevas, y eso no implica hacer cosas locas o demasiado diferentes a lo que siempre hacemos o planeamos, a veces solamente se trata de hacer realmente lo que planeamos. Las famosas “new year resolutions” se pueden convertir en acciones que moldeen nuestra alma a la santidad que nos pide el Señor, pero es necesaria la humildad y el enfoque correcto para alcanzar esos objetivos.
Cabe resaltar que siempre hay talones de Aquiles que debemos atacar para luego darle paso a solo afinar detalles de nuestro diario vivir. ¿Cuáles son esas luchas que has tenido por años y no has logrado vencer? ¿La gula? ¿Estar siempre en el teléfono? ¿La pereza? ¿El desorden? O incluso debilidades graves, como la infidelidad, la ira constante, etc. Hay muchas batallas que libramos y a veces no las mantenemos presentes y por eso perdemos luchas diarias constantemente por no tener objetivos bien definidos.
Que este año sea diferente y que realmente batallemos contra esas debilidades que nos hacen perder santidad, con las que a veces lastimamos a nuestros seres queridos y hacen que nuestra vida sea difícil de manera innecesaria. Si hay tantas cosas que no has logrado, ¿por qué buscar nuevos objetivos?
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