Te has visto alguna vez en una situación donde decís << porque me pasó esto ahorita?>>. Muchas veces no nos sentimos listos para manejar una circunstancia que se dio sin que la buscáramos o sin que la planeáramos pero realmente si la pediste y si debiste estar listo.
Si tomaras la buena costumbre de darle ATENCIÓN AL DETALLE, te darías cuenta que en tus rezos estás hablando todo eso pero no te das cuenta porque vas repitiendo rezos por costumbre (aunque tengas una devoción establecida) y ya no prestas atención a lo que le vas diciendo a Dios. Para Dios, lo que sale de tu boca es una petición o una entrega real. “Hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo” por ejemplo. Cómo no estar listo para hacer la voluntad de Dios si le estás diciendo que así sea? Eso lleva a que si estés preparado; preparado con ahorros, preparado con paciencia, preparado para cambios, etc. La oración que no escucha Dios es la que no se hace, si haces oraciones, Dios está atento y tomando en serio cada palabra que le decís, te lo aseguro.
Además, Dios nunca te deja en una ceguera total, siempre hay luces que aunque no las pidas, Dios las suele dar por el simple hecho que sabe que solo estás como loro sin prestar atención a lo que le estás diciendo (tan misericordioso es) sin saber a lo que te metes. Así que es posible que dentro de vos sepas que tenes que tener ahorros, que tenes que practicar las virtudes, que tenes que vivir mentalizado que todo puede ser diferente mañana solo porque Dios así lo quiera.
Así que practica la buena costumbre de prestar atención a los detalles, lee bien esa oración que le estás ofreciendo al Señor y te aseguro que vas a poder con todo porque vas a saber que hacer cuando Dios te pida algo. Luces siempre hay.
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