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Hay un tema que no deja de resonar a mi alrededor y es la relación padres-hijos y como nos perdemos en el vínculo. Algunos tenemos pensamientos bien equivocados de lo que es un hijo – un padre, entonces es necesario recordar los puntos del Catecismo para que con el paso de los años, no se distorsione el verdadero significado (subrayando palabras claves).
(Numerales 2214 – 2231) 4to Mandamiento Honraras a Padre y Madre:
Deberes de los hijos:
· El respeto de los hijos, menores o mayores, hacia sus padres se nutre del afecto natural nacido del vínculo que los une. El afecto debe ser nutrido, sino se marchita.
· El respeto a los padres (piedad filial) está hecho de gratitud para quienes, mediante el don de la vida, su amor y su trabajo, han traído sus hijos al mundo y les han ayudado a crecer en estatura, en sabiduría y en gracia. No esperar a que otros les enseñen a crecer.
· El respeto filial se expresa en la docilidad y la obediencia verdaderas.. “El hijo sabio ama la instrucción, el arrogante no escucha la reprensión” (Pr 13, 1). Es necesario que haya una instrucción.
· Mientras vive en el domicilio de sus padres, el hijo debe obedecer a todo lo que éstos dispongan para su bien o el de la familia. Si el niño está persuadido en conciencia de que es moralmente malo obedecer esa orden, no debe seguirla. Tienen derecho a decir NO a algo incorrecto.
· En la medida en que ellos pueden, deben prestarles ayuda material y moral en los años de vejez y durante sus enfermedades, y en momentos de soledad o de abatimiento. Si no pueden, no deben ser obligados, sobre todo el que ya está casado.
· El respeto filial favorece la armonía de toda la vida familiar; atañe también a las relaciones entre hermanos y hermanas. Armonía.. armonía!!!!
· Los cristianos están obligados a una especial gratitud para con aquellos de quienes recibieron el don de la fe, la gracia del bautismo y la vida en la Iglesia. Es necesario dar a través de enseñanzas los dones (ayudar a formar).
Deberes de los padres:
· La fecundidad del amor conyugal no se reduce a la sola procreación de los hijos, sino que debe extenderse también a su educación moral y a su formación espiritual. Tampoco se reduce solo al pago de sus gastos.
· Los padres deben mirar a sus hijos como a hijos de Dios y respetarlos como a personas humanas. No como cajeros automáticos, sirvientes o inversiones a largo plazo; son personas con dignidad. Hijos, no esclavos.
· Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. No los maestros, ni abuelos, ni tíos, ni catequistas.
· La familia constituye un medio natural para la iniciación del ser humano en la solidaridad y en las responsabilidades comunitarias. No en encerrarse solo en sus familiares y en las necesidades que estos tienen.
· Por la gracia del sacramento del matrimonio, los padres han recibido la responsabilidad y el privilegio de evangelizar a sus hijos. Un ser humano que no aprendió de Dios en su casa, de adulto no lo recibirá con los brazos tan abiertos.
· La educación en la fe por los padres debe comenzar desde la más tierna infancia. No esperar que la esposa o el esposo lo enseñen.
· Los hijos, a su vez, contribuyen al crecimiento de sus padres en la santidad. Padres, no nieguen las enseñanzas de un hijo que le dijo Si a Dios desde temprano, por su gracia, no por ustedes.
· Durante la infancia, el respeto y el afecto de los padres se traducen ante todo en el cuidado y la atención que consagran para educar a sus hijos, y para proveer a sus necesidades físicas y espirituales. No tratándolos con violencia, con gritos, con desprecio. Poniéndoles atención, no regañándolos porque preguntan mucho, o dejándolos frente a un televisor para que no molesten.
· Los padres, como primeros responsables de la educación de sus hijos, tienen el derecho de elegir para ellos una escuela que corresponda a sus propias convicciones. No en un lugar peligroso para que haya más dinero para cosas que no son importantes.
· Cuando llegan a la edad correspondiente, los hijos tienen el deber y el derecho de elegir su profesión y su estado de vida. Esta demás decir que un padre no puede obligar a un hijo a escoger una profesión que no desea.
· Hay quienes no se casan para poder cuidar a sus padres, o sus hermanos y hermanas, para dedicarse más exclusivamente a una profesión o por otros motivos dignos. Por favor dejen de preguntarle a los jóvenes – sobre todo a las niñas – si tienen novio, que se les va ir el tren, que deben tener hijos a los 20; dejen el pensamiento tercermundista.
Esto es un acto de defensa para los niños que viven una violencia domestica que es tan normal que no se toma como tal. Basta de tratar a los hijos como sistemas de suministros contra la vejez o contra la simple pereza. Los niños son seres humanos que sienten y tienen dignidad, la cual no se pierde a medida van creciendo y pueden cargar cosas pesadas. Respetemos los niños.
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