top of page

No Hay Que Tener Miedo

Foto del escritor: KarenCKarenC

Es una pasión conocer al Señor, una sed que nos puede elevar mucho en nuestra vida cristiana. Conocer al Señor nos da la oportunidad de amarlo más, de sentir su presencia entre nosotros, de  ver su obrar en nuestras vidas; porque a medida que conocemos más sus cosas, nuestras cosas comienzan a tener un sentido espiritual y eterno.


Mucho creo que nuestro Dios Padre, que nos ayuda a que ese conocimiento crezca y gracias a una charla donde me toco leer “Historia del Mundo Angélico -.Padre Fortea”, se me abrió un mundo que pensé que no tendría ningún beneficio conocer: el mundo de los demonios.


Gracias al Padre Fortea, mi maestro, aprendí de ese mundo de una manera que me hizo enamorarme más del Señor. ¿Como puede algo contrario al bien enseñarnos del bien? Porque por ese camino no debemos ir, simple. Ese mundo me enseño como yo podría desviarme y encontrarme donde ellos están, lejos del Señor. De una manera muy sutil una persona puede extraviarse y encontrarse en un camino opuesto al camino de la santidad, y como al principio tiende a ser tan suave y silencioso, no nos damos cuenta hasta que ya tenemos 1 o 2 o más pecados mortales encima. Es necesario ver las cosas de manera microscópica, como un átomo. De un átomo sale un mundo, de una pequeña idea una alma puede creer lo equivocado como cierto y formar su vida en el error.


Los demonios fueron ángeles un día. Los asesinos fueron niños un día. Cuidar lo que conocemos como verdad y asegurarnos que su raíz es Dios, es una obligación. Si el conocimiento es poder, conocer el basto mundo demoniaco es poder defendernos de él y ver lo que Dios desaprueba. No somos tan diferentes de un ángel, y muchos de sus errores pueden ser nuestros; es un testimonio más que nos puede ayudar a estar con el Señor.


Pero no basta solo con conocer el mal, es necesario pulir el conocimiento del bien, pues como dije, nos podemos encontrar en más de un pescado mortal de repente, pero y si... no conocemos a fondo que es un pecado mortal? Y si no nos vamos al detalle de cada Mandamiento? Mejor dicho, es necesario conocer ambos. Como bien diría mi maestro: “El mal conocimiento del bien, aleja a Dios. El buen conocimiento del mal, acerca a Dios.”


Comments


Contáctanos

Gracias por tu mensaje!

bottom of page