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Un Corazón Enfermo

Foto del escritor: KarenCKarenC

Leyendo algunas anotaciones que tenia de hace años me encontré con una frase que merece ser escudriñada: “Hay quienes se pasean por el bosque y solo ven leña para el fuego”…


Nuestra concupiscencia puede hacernos reales villanos y podemos nublar nuestra mente con solo pensamientos egoístas o destructivos; podemos convertir las cosas buenas en un gatillo a disparar.


Es muy difícil contar nuestras bendiciones cuando estamos en medio de la tribulación; miramos únicamente lo malo, o incluso buscamos lo malo donde no se ve o donde no está.


Convertir lo malo en lo bueno puede venir de una falta de fe. Nos pasan cosas buenas, vemos como Dios mueve piezas en nuestra vida, pero no es suficiente. La vida sigue siendo mala porque nos seguimos sintiendo solos.


A veces nuestro corazón esta tan golpeado que se vuelve de hierro. No hay manera de poder ver la misericordia de Dios, la ternura de Dios, la mano de Dios.


Cuando tu alma deja de tener palabras de agradecimiento, ahí es cuando has perdido toda esperanza.


Creo que es necesario rondar por esta frase, reflexionar en ella y tratar de encontrar las cosas malas que existen en nuestro interior. Las tormentas de nuestra vida parecen ser eternas; dolores insoportables que nacen en lo profundo de nuestra alma cuando no logramos avanzar, cuando seguimos sumergidos en viejos problemas que parecen no terminar. Llegamos a “resolver” de maneras ilícitas porque no hay nadie detrás de nosotros que nos pueda apoyar.


Es una realidad que las pruebas siempre existirán y que debemos preparar el corazón para no caer en estas circunstancias que son tan frías y nos vuelven indiferentes. Porque cuando pase el huracán y regrese la calma, tal vez ya no haya corazón que disfrute de la vida que Dios nos tiene cada que vez que lo dejamos obrar en nosotros. Porque es un hecho que cuando nos dejamos caer en Dios y damos ese salto a ciegas donde solo Dios parece poder resolver todo, ahí es donde Dios puede obrar y hacer cosas realmente divinas que sobrepasan las posibilidades humanas. Como dice Jesús: “Basta con que sigas teniendo fe”, y se obraran cosas imposibles para el hombre donde todo parecía perdido.


Cuando Jesús sana el corazón es cuando ya no vemos muerte sino vida.

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